¿Regreso a casa? - terminó la guerra, tiempos de paz.
Cambuchos bajo el puente - Simbología de la pobreza o desplazados.
LA PAZ Y EL PERDÓN
- Este es un tema espinoso, delicado y que infunde
temor, porque nadie quiere hablar de ello, tal vez porque es un tema del poder
que busca la paz que de seguridad a los pueblos, que acabe la guerra y así se
pueda gobernar con tranquilidad, una paz y un perdón necesario y obligado y de
pronto negociado para evitar más pérdida de vidas humanas entre ellas
inocentes, y tal vez para su firme conclusión y término se llegue a un acuerdo ojala no a cualquier precio. Es un tema
que siempre me ha interesado pero no sabía cómo afrontar o reflexionar sobre
ello, y como artista he sentido un gran interés en aplicar este medio del arte
para aportar algún grano de arena en la transformación del mundo desde el
pensamiento, el sentimiento y el dolor de víctimas, muy superficialmente y no
con un compromiso grande como muchos otros artistas o no, lo están asumiendo.
Por lo tanto he decidido dar mi opinión personal, independiente de la
perspectiva u opinión de los demás y de pronto alejado del arte pero si desde
mi obligación como persona común.
Dentro del mandato más alto desde el punto de vista
espiritual, teníamos como recomendación amar a nuestro prójimo según San Mateo
5:45 , pero continuando con el texto, Jesús nos recomienda ahora “amar a
nuestros enemigos y orar por nuestros perseguidores…(…), porque él creador hace
brillar su sol sobre malos y buenos, y envía la lluvia sobre justos y
pecadores”. Para los no creyentes e incluso para los creyentes no es nada
imposible de cumplir y aplicar dentro de la capacidad humana de reflexión y
razonamiento. Continuando con mi inquietud respecto al tema, prosigo con mi
reflexión desde lo espiritual, como algo inherente al hombre, y con capacidad
de aplicar en cualquier circunstancia como lo es este caso. Encontré entonces
en Marcos 15:27, : que a “Jesús lo crucificaron junto a dos ladrones o
malhechores”, y como es sabido Jesús en la cruz clama al padre diciendo: “perdónalos
porque no saben lo que hacen”; es ahí uno de los pasaje por lo cual algunas religiones predican: "que Jesús dio la vida por toda la humanidad siendo inocente y que
desde que nacemos ya somos perdonados de nuestros pecados" siendo un gran
demostración de que así es, solo por el amor y la misericordia que Dios profesa
y que nosotros también podemos expresar a través del amor y que este se
manifiesta al ver que estemos gozando todos del sol y la lluvia por igual
dentro de una sociedad que los acepta y porque no, que olvida en cierto modo.
Pero en todo esto no radica el meollo del asunto; a
donde quiero ir es que volviendo a la crucifixión, aún ya siendo nosotros
perdonados, solamente uno de los dos malhechores, reconoció a Jesús, y se
arrepintió clamando por su vida, por lo que Jesús respondió en una muestra de
amor y compasión, la promesa de que "estará con él en el paraíso"; en otras
palabras, vivirá después de la muerte momentánea; lo que no sucedió de igual
manera con el segundo malhechor, donde no se arrepintió por ningún motivo y por
el contrario lo cuestiono como hijo de Dios y de su poder de dar la vida. Es
así que el segundo malhechor aún ya siendo perdonado, se ha condenado a sí
mismo, obteniendo una muerte segura, aquí y después de la muerte, no por manos
de hombre alguno ni por la justicia de Dios.
Como no se trata de ninguna predicación, ni de
religión alguna que quiera profesar aquí para no incomodar a los incrédulos, me
baso solo en que el aspecto espiritual divino o no, es posible aplicar en
nosotros por medio del amor, también de perdonar como todos hemos sido
perdonados, pero que si se es culpable de algún delito, y no se arrepiente, si
no lo reconoce, dejando de lado la intención de volver a hacerlo, solamente el
mismo afectado se condena, y se aplica él mismo, el castigo dentro de las leyes humanas, porque
las de Dios no nos corresponde; y no negociar un perdón obligado, una alianza
convenida del poder humano, solo por conseguir una paz engañosa y mentirosa, en
medio todavía de una guerra donde se paga con muertos, con secuestros,
extorsión, etc, y no solo para esos grupos al margen de la ley que solo les
interesa negociar el poder, sino de todo pecado o maldad de todas las facetas,
que cometamos en contra de la dignidad y la vida del otro. Y no se debe dejar
de pensar en la posibilidad del castigo o condena que según mi reflexión ellos
mismos se otorgan, solo por la amenaza de proseguir con la guerra.
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